29 ene 2011

BFC - Evolution (1990)


1990 fue el año en el que encarcelaron a Ike Turner por posesión ilegal de drogas. Estuvo entre barrotes cuatro años. También Madonna fue arrestada ese año por escándalo público simulando una masturbación en Toronto. Ese mismo año, Milli Vanilli admitían que abusaban del play-back en multitud de ocasiones. Saint Etienne, Dee-Lite, Leftfield, M-People, Disphosable Heroes Of Hiphoprisy o The Prodigy echan a andar, entre dudas algunos, con mucho éxito otros, durante los doce meses que van de enero a diciembre del año noventa. Pussy Galore, Spandau Ballet y Shalamar hacen el viaje en el sentido contrario. Depeche Mode asombran al mundo con Violator, consiguiendo su único número uno en las listas españolas hasta la fecha. También hablamos de 1990. The Good Son, Glider, Behavior, 99%, Bossanova: todos pertenecen también a ese año. Sinead O'Connor arrasa la FM mundial con una composición de Prince. Asistimos asombrados a la batalla entre Pepsi y Coca-Cola, también la llamada batalla de los raperos malos: uno trabajó su hit sobre una base de una canción de Queen, el otro lo hizo sobre otra de Rick James. Las originales estaban muy bien. Las de Hammer e Ice eran malas como la tiña y fueron lanzadas al mercado durante ese burbujeante año.





En mil novecientos noventa Carl Craig estaba empezando a labrarse un nombre. El de Detroit parió un maxi inolvidable ese bendito año. El lazo tendido entre Chicago y Detroit publicado en el subsello de Transmat, Fragile y que le proyectó hacia metas más altas es uno de los hitos de ese jodido año. Si tienes 550 euros, este promo es tuyo. Si te riges por parámetros menos inescrutables, tienes alternativas decentes.

1990 fue un buen año, demonios.


10 ene 2011

George Clinton y "Rodilla Profunda"


Al principio estaba James Brown, el 'sine qua non' del reino del funk, aunque el abuelo fue probablemente el primero que admitió que sin el Southern gospel, una pizca de blues y la contribución de Louis Jordan o Tiny Bradshaw él probablemente seguiría en Atlanta robando tapacubos a inconscientes que aparcaban apartados de sitios seguros. Una década después, cuando el "Soul Brother Number One" como algunos le llamaban, tenía otros apodos incluso más grandilocuentes, algunos de ellos canciones (Sex Machine, The Hardest Man Working in Industry o Mr. Dynamite), estaba cocinando el funk, el "hermano" Sly Stone se unió a él tras una reunión en la que las drogas corrieron como la pólvora. Finalmente fueron Bootsy Collins y Fred Wesley, los dos primeros ingredientes en la banda de James Brown, los que se movieron y se alinearon con George Clinton.

Detenido por posesión de cocaína y "parafernalia relacionada" (2003)
Nacido en a 1941 en Kannapolis (North Carolina), 'Dr. Funkenstein' tuvo que emigrar a la edad de 12 años a New Jersey donde en 1955 formó su primera banda: The Parliaments, nombre sacado de una marca de cigarrillos (foto dcha.) y modelado a su antojo. En 1959, The Parliaments ya eran una realidad. Los cuatro años que van del 60 al 64 se los pasan de sello en sello: Flipp, USA, Symbol o Golden World, previa audición fallida en Motown (Clinton era cantante de sesión del sello de Berry Gordy). Una persona que escuchó esa prueba dijo que eran una copia mala de The Temptations. El debut no se hizo esperar; en julio de 1967 '(I Wanna) Testify' llega al número 3 de las listas de R&B americanas, curiosamente su chartbuster más grande y que no lograrían jamás alcanzar



A partir de ahí todo iría sobre ruedas. En 1968 son requeridos por Westbound, sello donde años después grabarían algunos de sus álbumes más brillantes. El papel del productor Ruth Copeland fue esencial en el éxito posterior que Funkadelic gozaron, el eclecticismo que brindó a la banda (de adolescente se fogueó con el folk de alcoba) fue fundamental. Copeland venía de grabar a Jeffrey Bowen en la mítica Invictus Records (el sello de Holland-Dozier-Holand), y puso su grano de arena para unir el funk con el rock psicodélico, creando lo que vino a llamar P-Funk, etiqueta que no es sino un retrato psicológico del propio Clinton, un cachondo capaz de con una mano parodiar la portada de I'm Still In Love With You del intocable Al Green mientras con la otra se echa unas carcajadas a costa de los Panteras Negras de Huey Newton.

Uncle Jam Wants You, (referencia nada gratuita a la propaganda del ejército americano Uncle Sam wants you), undécimo álbum de su carrera y probablemente unos de los discos más conocidos junto a Maggot Brain y el superventas One Nation Under a Groove (¿quién dijo que una banda de funk no puede hacer rock?), fue un punto de inflexión en la carrera de Clinton: los 15 minutos de delirio de (Not Just) Knee Deep, con ese riff archiconocido después gracias a De La Soul, es una de las piedras de toque de su carrera, una gran influencia para productores de hip-hop de todo el mundo y una obsesión años ha para el abajo firmante. Por si eso fuera poco, se inmiscuye descaradamente en temas políticos y traza unos complejos acoples rítmicos difíciles de igualar en el funk incluso a día de hoy.


El disco, del que Clinton años después dijo que no se sentía orgulloso (el concepto original del LP era "salvar la música de baile del horror de la disco-music"), es casi con toda seguridad uno de los más prescindibles de su larga carrera, pero para nada es una indigestión o un trabajo incoherente en las formas. Freak of The Week y la ya citada (Not Just) Knee Deep son clasicazos de la música negra. El álbum se va diluyendo por la falta de garra a partir de la cuarta pieza. Años después, la leyenda de Clinton entre los músicos de color es directamente proporcional a sus largas trenzas de colores y no son pocos los que le utilizan vía sampler o le nombran en entrevistas como el gran artista del funk moderno que es: desde NWA, Gang StarrFatboy Slim, o Digital Underground, pasando por A Tribe Called Quest, Beastie Boys, 2-Pac, Massive Attack, EPMD, Common, Ice Cube, Jungle Brothers, Eric B & Rakim, Kurtis Blow o Public Enemy... interminable lista. Sí: el freak de la semana es toda una leyenda. Y es que, como dijo Sir Isaac Newton refiriéndose a Dios, si no hubiera un George Clinton habría que crearlo. Y a sus rodillas también.

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