3 abr 2013

Njoi y Saffron: cuando las raves acaban en rock


La parroquia indie quizá recuerde a Samantha Sprackling, conocida popularmente como Saffron, actriz y cantante de origen nigeriano emigrada a Inglaterra que azotó las listas de éxitos inglesas a mediados de los noventa al frente de Republica. Singles como "Drop Dead Gorgeous" o "Ready To Go" la sacaron del anonimato para el público rockero y la auparon a las listas de éxitos, incluso en España, atronando en la onda media 24 horas al día.

Junto a Shirley Manson (Garbage) y Sonya Madan (Echobelly), Sprackling fue una de las frontwoman más reconocibles del britpop durante los noventa. Sin embargo, Saffron ya era toda una celebridad para los habituales de la música techno de campiña de finales de los 80. La cantante conoció en una rave a Nigel Champion y Mark Franklin, dos músicos que contaban sus actuaciones en warehouse parties con los dedos de una mano. En 5 años, pasaron del anonimato de las raves ilegales a encabezar festivales junto a grandes nombres como Prodigy, girar por EEUU, Australia, Asia y Europa o remezclar a Annie Lennox. No sería descabellado calificar a Njoi como una de las más masivas bandas de música dance de la década de los 90. Hablando en términos de popularidad, Njoi serían el equivalente de Skrillex. A pesar de todo, sus directos tenían fama de ser atronadores.





Para alcanzar a comprender la popularidad de la música rave en UK sólo un dato: Njoi (también N-Joi) pasaron de Deconstruction a RCA sólo con maxi y un 12" pirata. Entre 1991 y 1996, el dúo tuvo cinco Top 10 en el entonces difícil mercado norteamericano, entre los cuales destacan dos números uno ("Mindflux" y "The New Anthem", versión de la primeriza del hit "Anthem").

Tras la partida de Saffron y el cambio de tendencia en las producciones en el techno (el sonido rave. como el acid, desapareció del mapa en un abrir y cerrar de ojos), Franklin y Champion se disolvieron para volver en 2002 y acabar haciendo giras para nostálgicos por todo lo largo y ancho de Inglaterra. Nadie se acuerda ya de ellos, pero sus primerizos hits siguen atronando en algunas sesiones old school. Debido a la gran cantidad de copias que se prensaron en la época, puedes encontrar todos sus maxis a precios populares (por debajo de un euro) en Discogs.